Como la primera y la última del Milenio

El en Derribador histórico
Como la primera y la última del Milenio

"El onceno del Milenio. Peña, Romero, Rea,Arana, Solíz, Coelho y Aquino. Rojas, Álvaro, Gutiérrez, Barrero y Vidal Gonzales. (Foto: Archivo)"

(Por Marcelo De la Cruz). – El título es real y expresa lo que pasó, el Tigre ganó el primer clásico de la centuria y lo cerró con otra victoria ese 4 de diciembre de 1999 en la ciudad de La Paz, ante un estadio lleno, en un partido que tuvo mucha emoción y que le dio la oportunidad de volver a la Copa Libertadores después de 5 años.

Esa jornada fue muy especial por las cosas que ocurrieron. El día previo Ronald Gutiérrez, que recién hacia sus primeros pasos en el profesionalismo, cumplía años y por ahí tuvo alguna pena por estar alejado de su familia en el sur del país. El regalo sería muy grande y la pena pasó a ser solo una anécdota. 

Parte de ese resultado hay que agradecérselo a dos hombres: Coelho y Marco Barrero. Como nunca entre los dos dieron un ejemplo de cómo hacer tiempo en el campo de juego. Vale mencionar que el Tigre tuvo el gol en el primer tiempo, en la segunda parte sufrieron la expulsión de José Peña (por fingir) y Bolívar fue una topadora tratando de empatar ese partido. Entre los dos hicieron posible mantener la victoria y es parte de un mérito valido. 

Vidal Gonzáles festejó su gol de penal haciendo la mueca de hacer mecer a un bebé y el primero que se le hacerlo a abrazarlo fue el Pepe Peña, después todos. 

Con el resultado puesto y asegurado solo quedaba esperar el final del partido que decretó Marcelo Ortubé. Fue en ese momento que el Siles era un coro: Tigre! Tigre! Tigre!!... retumbaba desde Miraflores a toda una Patria atigrada. Todos corrieron a la Sur a festejar con la gente, fue espontáneo y muy emocionante. Primero Vidal, Romero y Coelho, detrás de ellos dirigentes e hinchas que pudieron entrar hicieron de ese momento algo inolvidable. 

“Es un premio justo porque nosotros sufrimos todo el año por el factor económico, pero ahora estamos más unidos que nunca, nos clasificamos a la Copa y estamos cerca de ganar el hexagonal”, dijo Sandro Coelho al finalizar el partido. El Tigre sumaba 19 puntos sobre los 16 de Bolívar y solo faltaban dos fechas. El gualdinegro necesitaba un punto nada más para ganar ese hexagonal y esa unidad la iría a buscar en Sucre ante Independiente Petrolero cuatro días después.

“A pesar de todo tuvimos ocasiones de gol, jugamos mejor en la primera parte del encuentro y en el segundo tiempo alguna jugada aislada fue para nosotros, con eso hubiéramos liquidado el cotejo”, dijo el entrenador Mario Alberto Kempes, entrenador de ese año. Tal vez parte de esa mística estuvo en él por lo que representaba. Un campeón del mundo vino a La Paz para sacar campeón a The Strongest ese 1999. 

Por el otro lado el presidente de ese año fue Jorge Sfeir, acusado por todos por la situación económica que sufrió ese plantel. Al final del partido se animó a declarar: “Valió la pena el alza de las entradas, el espectáculo que hemos brindado ha sido bueno. La gente salió contenta del estadio y estamos cerca del título del hexagonal. Esperemos tener la misma cantidad cuando juguemos con Blooming la final”, se anticipaba el presidente. Hay un dato que pocos vieron, pero que lo confirmaron algunos presentes, el presidente Sfeir estuvo en la curva Sur todo el segundo tiempo alentando como un hincha más.

El dato oficial dice que en ese estadio entraron 46.112 personas dejando una recaudación de 906. 615 bolivianos para el Tigre que hacía de local. Algo que no olvidaran los hinchas atigrados ocurrió cuando Antonio Vidal Gonzáles fue a desafiar a la banca de Bolívar en cuanto terminó el partido, el hecho fue muy criticado por los medios, pero fue una muestra de amor más hacia los gualdinegros en el Siles. Ese día la U.D.D , que administraba el estadio, recibió como aporte 90.991 bolivianos como parte del alquiler del escenario deportivo.

Quedará como anécdota que al finalizar el partido un botellazo noqueó a Marcelo Angulo de The Strongest. Raúl Alberto Morales estuvo atento y el galeno atendió rápidamente al afectado. 

Fue inolvidable e intenso el clásico del Milenio, fue el partido soñado y sufrido a la vez. Fue a lo Tigre y nada más.