Porqué te dicen Chupa

El en Derribador histórico
Porqué te dicen Chupa

"Esa sonrisa única de Don Raúl Chupa Riveros es hermosísima. (Foto: Archivo)"

(Por Tony Clipton).- Raúl Riveros es por muchas cosas el hincha atigrado número Uno del Tigre, no solo por su incansable apoyo al club de Achumani, sino también por el ejemplo que dejó a sus fieles que le siguen su legado. Un hombre honesto en la cancha y fuera de ella, cabal en sus pensamientos y de una sonrisa que parecía eterna. 

El sobrenombre de “Chupa” lo llevó desde los 14 años. Riveros acompañó a uno de sus primos a dar serenata a su enamorada cuando tenía 12 años. Cantaban un vals peruano (China Hereje) que decía: “Soy cantor, guitarrero y chupacaña”. Él se la memorizó y la cantó al retornar de un viaje de los Yungas a La Paz, que realizó con sus compañeros de colegio cuando era boy scout, sus amigos comenzaron a llamarlo desde entonces “Chupacaña”.  

Riveros se enamoró de The Strongest desde la primera vez que vio al equipo en la cancha, cuando tenía 13 años, en el Siles. Al parecer, los colores del club le encantaron, y desde entonces fue uno de sus seguidores acérrimos. 

A los 15 años, se hizo socio del club y se inscribió en el equipo de natación en las que tuvo buenas participaciones. Sin embargo, su fuerte fue el ciclismo, deporte con el que representó a la carrera de Derecho en la prueba “La Cumbre” que se corría desde la zona de Obrajes hasta la ciudad de El Alto, ganó varias veces.

Vestido con una chamarra de paño color negro y amarillo, con un escudo con la imagen de un Tigre en el pecho, además de un bordado dorado en la espalda, en el que se leía su nombre y, debajo, el bien merecido “hincha número uno”, además el acostumbrado sombrero de ala ancha de color negro sobre la cabeza, por más de 30 años asistió con esa vestimenta todos los domingos al Hernando Siles. “K’alatakaya (rompe la piedra) huarik’asaya (tiembla la vicuña)”, gritaba el Chupa con voz potente, y toda la hinchada en el estadio le respondía de pie, ¡hurra, hurra!; ¡Viva el Strongest!, volvía a gritar, y toda la tribuna le volvía a responder, ¡Que viva carajo!.

El “Chupa” Riveros se fue el 30 de agosto de 2006, días antes fue sometido a una operación de la que no pudo reponerse. Días después, en las redes sociales, los seguidores del Chupa, se organizaron y lograron que la dirigencia acepte el día de su natalicio, como el día del hincha stronguista.